En primer lugar, si no disponemos de los paquetes necesarios, ejecutaremos: sudo apt-get install ffmpeg libavcodec-extra-52 El comando para la conversión es muy sencillo. En este caso convertimos un archivo WAV a MP3, con un bitrate de 128 Kbps y una frecuencia de sampleo de 44100 Hz: ffmpeg -i archivo.wav -f mp3 -ab 131072 -ar 44100 archivo.

¿Cómo comprobar una unidad 1541 antes de comprarla sin tener el cable serie correspondiente? Pues muy fácil: haciendo una ñapa de miedo. El cable necesario termina en ambos extremos con un conector DIN de 6 pines. Sin llegar a encontrar documentado el “pinout” de este periférico, he optado por coger 6 cables normales y corrientes, pelar los extremos, y conectarlos uno a uno en el Commodore 64 y la 1541.

Aunque estos cambios los he realizado en la instalación de Lubuntu en mi Aspire One, son válidos también para Ubuntu y supongo que para casi cualquier distribución de Linux (excepto la parte de modificación del lanzador de Chromium, exclusiva de LXDE). El problema está, al menos en el caso del primer Aspire One, en la lentitud de la unidad SSD, que supone en ocasiones el bloqueo de algunas aplicaciones hasta que consiguen leer o escribir determinada información en el disco.

Hace unos meses tuve el placer de participar en la organización de RetroMallorca, una experiencia única en la que me encontré rodeado de gente que lo dio todo por algo en lo que creían, ya fuera por su afición al tema, por aprender cosas nuevas o simplemente porque les suponía un reto. El mismo grupo de personas hemos puesto en marcha la iniciativa RetroActivo, un proyecto con el que pretendemos dar continuidad a la divulgación de la informática clásica y los videojuegos del siglo pasado, a través de distintas actividades.

Este fin de semana he tenido la gran suerte de adquirir en el rastrillo de Son Dameto (Palma de Mallorca) un MSX2 Philips NMS 8280 que, según mi amigo @savermsx, incluye digitalizador y superimpose. Al comprar en estos sitios nunca sabes lo que va a ocurrir al enchufar el aparato, pero la sorpresa fue positiva: Aunque por desgracia era como si la tecla “d” estuviese continuamente pulsada: Pero confiando en que estas tecnologías antiguas fallan mucho menos que las actuales, me he puesto manos a la obra, desmontando el teclado para ver qué encontraba, que no ha sido poco: